BATMAN V SUPERMAN: EL AMANECER DE LA JUSTICIA

DC Cómics se pone las pilas después de que su principal competidor desde siempre lleve años disfrutando de la edad dorada de los cómics en la gran pantalla. Así, La Liga de la Justicia intenta recortar distancias con el prólogo que es Batman v Superman: El amanecer de la Justicia, que asienta bases para las próximas películas de la casa.


Marvel lleva años de ventaja. Con un universo cinematográfico cohesionado a la perfección lleva tiempo disfrutando del monopolio de los superhéroes en el cine, con apariciones esporádicas de la Fox con X-Men y Sony con Spiderman, cuyos derechos retornaron a la casa de las ideas recientemente. DC se enteró tarde de que había en las salas una mina de oro, y salvo con El Caballero Oscuro de Christopher Nolan no se había prodigado ni mucho ni bien en cine, cosa que sí está haciendo en la televisión, con series como Arrow, Flash o Gotham. Además la saga de Nolan se hallaba muy alejada del universo que ahora se pretende construir con Batman v Superman: El amanecer de la Justicia, con más fantasía, más monstruos, más explosiones y menos realismo, con lo que tocaba volver a empezar.

Como la película tiene que introducir a todos los personajes menos a Superman, que venía de la irregular aunque notable El hombre de acero, se antoja desde el principio como un batiburrillo de presentaciones y un caos absoluto a nivel de guión donde cada escena no parece tener ninguna conexión con la anterior. Un poquito de Batman, junto a Alfred con el binomio Affleck-Irons lo mejor de la película, otro poco de Superman para recordar quién era, ahora Lex Luthor, Wonder Woman, que aparece en contadas ocasiones... y una estructura que hace difícil entrar en la historia, con idas y venidas en el tiempo, sueños y alucinaciones que hacen una primera hora y media sorprendentemente aburrida para tratarse de una película de superhéroes. En ese tiempo no hay acción, pero tampoco la construcción de una intrahistoria de personajes con los que podamos empatizar llegada la hora del drama. Tampoco se construye demasiado bien el conflicto de los protagonistas de la película. Todo ello mientras asistimos al malvado y retorcido en exceso plan de Lex Luthor, un calco de segunda del Joker de Nolan al que Jesse Eisenberg tampoco parece haber logrado mejorar, y a constantes frases lapidarias y momentos a cámara lenta más encarados hacia la promoción de la película y la galería que para ayudar a mejorar el conjunto.

Cuando el sindiós se acaba y llegamos a la hora de las tortas es cuando se puede disfrutar un poco más de la película, sobre todo en lo que se refiere al choque entre el murciélago y el hijo de Kripton, pero cuando toca lidiar contra el villano menos atractivo y carismático de los últimos tiempos todo acaba resultando excesivo. Ahí es además cuando nos damos cuenta que Batman no encaja en un universo plagado de gente con poderes, como sí lo haría junto a la amalgama de tarados del Escuadrón Suicida que se estrena este verano y que causa más expectación que este reinicio.

Ni siquiera la pareja Hans Zimmer - Tom Holkenborg (Junkie XL) está bien en el apartado musical, donde sólo los resquicios de la BSO de El hombre de acero y el tema preparado para Wonder Woman despuntan entre tanta percusión y ruido que recuerdan demasiado a la música de Mad Max: Furia en la carretera compuesta por el segundo de ellos. Falta la unidad que sí se siente en Los Vengadores, tanto en historia, como en tono como hasta en la música, con un tema principal que aquí ni está ni se le espera.

En definitiva, podemos quedarnos con los aspectos positivos: el personaje de Wonder Woman de Gal Gadot y la nueva concepción de Wayne y Alfred, aunque este Batman, más parecido a The Punisher que a otra cosa, choque con el arquetipo clásico al que nos acostumbramos con Christian Bale o Michael Keaton, entre otros. Seguro que Ben Affleck, con plenos poderes sobre las películas de Batman en solitario, consigue sacar más partido a su personaje.

De cara al futuro queda ver cómo encajan los demás pertenecientes a la Liga de la Justicia una vez las bases no han resultado siendo las mejores, aunque desde luego triunfará en taquilla.

Pd: si queréis ver un buen Batman es mejor idea acudir a Daredevil, de Netflix.

Puntuación: ** (sobre 5)

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