ANT-MAN

Ant-Man es una nueva adición al Universo Marvel una vez se ha comprobado en múltiples test de taquilla que todo lo que toca La casa de las ideas es oro. Esta vez no todo reluce, como una historia que quizá no tiene el tirón suficiente, pero la fórmula exitosa, un buen elenco actoral y un tono más cerca de la comedia aseguran una historia a la altura de sus hermanas mayores.


Con motivo de la cercanía del estreno de Capitán América: Civil War, toca revisar el universo Marvel y visionar aquellas historias que conforman este vasto conjunto que está por venir en forma de películas plagadas de superhéroes. Ant-Man no es sino un personaje secundario en este nuevo súper universo, con lo que su andadura en solitario se antoja o una escusa para seguir sacando beneficios en taquilla o para poner en antecedentes a la audiencia de cara a los grandes bombazos que se avecinan. Lo que no queda claro del todo es si Ant-Man existe porque el personaje es imprescindible para las continuaciones de los Vengadores o si el personaje aparece en los Vengadores para justificar el lanzamiento de sus películas en solitario.

En resumidas cuentas, y más allá de las divagaciones relacionadas con el negocio que La casa de las ideas está manejando entre sus manos, Ant-Man se mantiene en la línea de calidad que ofrecen sus compañeras de marca, pero no se sale de los patrones establecidos, una vez que se ha demostrado que funcionan con solvencia. La mayor virtud de Ant-Man reside en su tono distendido y más próximo a la comedia, lo que beneficia a la hora de compararlas con otras películas de la casa. Si bien todas rezuman humor, algunas optan por tonos más oscuros que otras. Ésta que nos ocupa se vuelca con la comedia, si bien no se atreve a traspasar del todo la frontera y ser más gamberra y atrevida para acabar siendo una obra para todos los gustos, edades y paladares.

La trama, en exceso enrevesada para contar una historia tremendamente simple, muestra las carencias de un personaje del que quizá no apetecía demasiado hablar. De hecho lo que más juega en contra de Ant-Man es el propio motivo de su existencia. Muchos pensamos que otros personajes de Marvel o DC merecen sus películas, y sus historias encandilan a la audiencia, además de que algunos ya venían siendo llevados al cine años antes de que los superhéroes se convirtieran en el filón económico de las grandes marcas. Aun así tiene los ingredientes suficientes para asegurar el apoyo de la crítica, que a su vez propicia la afluencia de gente al cine, que a su vez supone que, al menos, tendremos otra aventura del hombre hormiga en solitario.

Paul Rudd está bastante bien como Ant-Man, donde en verdad los mejores papeles e interpretaciones corresponden a los secundarios, como Michael Douglas o el multifacético Michael Peña. Pero lo mejor sigue siendo esta unión que se palpa en el aire con un universo amplísimo y complejo.

Divertida, pero presdincible.

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